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Llegadas estas fechas, nuestra cultura nos invita a reunirnos en torno a una mesa a disfrutar de exquisitas comidas y de animadas conversaciones con nuestros seres queridos. No es extraño que, entre risas, discusiones o campanadas, algún familiar se haya atragantado, poniéndose en pie entre toses agónicas y mejillas encendidas, llevándose un susto compartido con los presentes.
Esto nos puede pasar a cualquiera, pero las cifras indican que “la disfagia, es decir, los problemas para deglutir o tragar, puede observarse hasta en un 30% de los adultos mayores sanos, y hasta en un 70% de la población mayor de 70 años”, aseguran desde ORPEA Madrid Mirasierra. En estos casos la disfagia puede deberse a la edad y al riesgo de padecer alguna enfermedad neurológica sintomática o no conocida. Y es que, como explican los especialistas de este centro especializado en rehabilitación, a medida que envejecemos, los músculos implicados en el proceso de tragar se van debilitando, como ocurre en otras partes del cuerpo. Asimismo, la capacidad de nuestro sistema nervioso para coordinar los movimientos, en este caso de la boca y la garganta, también disminuye con el paso del tiempo.
Sabiendo esto, ¿debemos preparar un menú diferente para las personas mayores que nos acompañan en las comidas y cenas estas navidades? La respuesta es no. “Tan solo es necesario adaptarlo”, indican. Del mismo modo, y por el bien de todos, jóvenes y mayores, también es interesante prestar atención al entorno y a ciertos factores externos. El objetivo es claro: disfrutar de los manjares que hay en la mesa de manera segura y sin sobresaltos.
Las personas con disfagia pueden tener problemas para tragar alimentos líquidos, sólidos o ambos. Aquellas que están diagnosticadas de disfagia al tragar los líquidos, tienen prescritas adaptaciones y emplean un producto denominado “espesante”. No obstante, aunque no contemos con un diagnóstico ni con prescripción médica que determine la disfagia, si hemos observado cierta tendencia en algún familiar a toser con el agua, es recomendable tomar medidas.
Desde ORPEA Madrid Mirasierra ofrecen un pequeño truco: colocar vasos anchos, como los de sidra, en lugar de copas estrechas o vasos de tubo. “Esto permite no extender la cabeza hacia atrás al beber, lo que evita el riesgo de que el líquido entre en las vías respiratorias”. Estos especialistas aconsejan poner este tipo de vasos para todos los comensales, con el fin de no hacer incómodas diferenciaciones. E insisten en que no se beba de un botellín ni se utilicen pajitas.
Si la dificultad está en los alimentos sólidos, porque haya dificultades en la masticación, las especialistas de ORPEA Mirasierra aconsejan incluir en el menú navideño alimentos más blandos e incluso triturados, como cremas o caldos, que pueden resultar una alternativa muy apetecible como primer plato.
Pero hacen hincapié en evitar la mezcla de texturas en un mismo plato. Por ejemplo, no es recomendable añadir fideos o trozos de verduras o carne a la sopa, o tostones a la crema. Estos platos entrañan mayor riesgo por la dificultad que tiene su manejo coordinado en boca y garganta. “Es mejor que sean texturas homogéneas con un buen sabor”, subrayan.
Otras opciones arriesgadas sobre las que advierten son las gelatinas, porque una vez dentro de la boca se vuelven líquidas y suponen de nuevo una mezcla de texturas; los alimentos secos y/o duros, como el polvorón o las galletas, los frutos secos o el pan tostado; los fibrosos, como algunas carnes o verduras (judías verdes); los pegajosos, como el queso fundido, chocolate o algunos turrones, o resbaladizos, como los mejillones o las uvas.
¿Muchas restricciones? ¡Vamos con algunas opciones!
Preparar las comidas o cenas de estas fiestas, intentando adecuarse a los gustos y necesidades de cada invitado, puede parecer una misión imposible, por eso las logopedas de ORPEA Madrid Mirasierra han querido dar algunas ideas sencillas de menú a las familias de personas mayores o con problemas de disfagia.
ENTRANTES
PLATOS PRINCIPALES
POSTRES
La compañía en las comidas familiares siempre es lo más importante, incluso el entorno, en el caso de las personas con disfagia. Desde ORPEA Madrid Mirasierra aconsejan hacer ciertas modificaciones del entorno para que sea lo más agradable y seguro posible:
– Empezar pronto a comer, para no tener que hacerlo con prisas porque llegan las campanadas o los nietos quieren irse a dar una vuelta.
– Escoger una mesa con sillas adecuadas, que garanticen un posicionamiento correcto, evitando sillones muy profundos o recostados.
– Hacer pausas entre platos, pero intentando que la comida no se haga demasiado larga, ya que las carreras de fondo también fatigan a la musculatura
– Evitar distracciones, como una televisión situada en un lateral o detrás de la persona con mayor riesgo.
– “No se habla con la boca llena”. Yo lo decía nuestros padres…pues no le preguntemos al abuelo su opinión o le hagamos reír si, en ese momento, está masticando o tragando.
En el centro de rehabilitación ORPEA Mirasierra, nutricionistas, cocineros, auxiliares de planta y enfermería, logopedas, terapeutas ocupacionales y departamento médico trabajan para elaborar menús especiales y seguros para las personas usuarias en estas fechas, y cuidan este tipo de detalles en los comedores para que su sonido en estas fechas sean solo los brindis y las risas. “No queremos toses ni sustos”. Feliz Navidad y que aproveche.