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Esther Kubusch, psicóloga de nuestra residencia en Las Rozas, explica los beneficios de estas herramientas que “alucinan” a los mayores: hacer la compra virtualmente, bucear y ver cómo se acerca un pulpo, o residentes con parálisis que pueden dar un paseo por la playa o mejorar su movilidad.
Sentir las olas del mar acercándose, escuchar el graznido de las gaviotas y verlas aproximarse a la superficie del agua para pescar. Disfrutar también de los colores del paisaje, de la arena dorada y de los peces sumergidos en un fondo de coral. Todo desde una butaca de nuestra residencia en Las Rozas y a través de la visión única que proporcionan las gafas de realidad virtual.
Se trata de una nueva experiencia que acaba de implementarse en este centro de mayores de la firma emeis y mediante la que los profesionales a cargo —psicólogos, fisioterapeutas y animadores socioculturales— pretenden divertir a los mayores, a la vez que les proporcionan una nueva herramienta para tratar sus distintas dolencias.
Descansar en la playa, pasear por la montaña o recorrer un paisaje urbano, no sólo les distrae y les relaja sino que supone para ellos un pequeño entrenamiento cara a mejorar la movilidad. Es el caso, explica la psicóloga Esther Kubusch, de las personas afectadas por hemiparesia (falta de control muscular en una de las mitades del cuerpo o bien en una pierna, un brazo o una mano), para quienes resultan muy útiles determinados ejercicios realizados con esta tecnología.
Mover las manos y los brazos es el objetivo principal, por ejemplo, de realizar la compra en un supermercado virtual. Los participantes tienen que ir cogiendo tarros, botes y productos de repisas y estanterías a diferentes alturas para echarlos a un carrito. Pueden hacerlo sentados, también si están en silla de ruedas, y de pie según su estado físico. Mientras, muy importante, explica la psicóloga, “nosotros seguimos la pantalla desde el ordenador, para que los mayores comprendan en todo momento qué está sucediendo, para ayudarles y para que no se sobresalten”.
Esta actividad de realidad virtual persigue asimismo el mantenimiento de las capacidades cognitivas de los “jugadores”. En este sentido, el centro está estudiando las distintas posibilidades que ofrece la herramienta para residentes con enfermedades neurodegenerativas.
Otra nueva oportunidad de entretenimiento y bienestar llega a nuestra residencia Las Rozas de mano de un proyector interactivo con el que se trabaja en superficies horizontales. Así, en la mesa o en el suelo, y más enfocada al grupo, esta práctica, que combina imagen y sonido, fomenta el pensamiento lógico, la coordinación y el movimiento. Uno de sus ejercicios, y que según los profesionales del centro, está resultando ser uno de los favoritos de los residentes, consiste en moverse a través de un conjunto de bolas de pintura y aplastarlas con los pies para conseguir cada vez una imagen única en formas y mezclas de color
Estas actividades virtuales “alucinan” a los mayores, en palabras de la psicóloga de emeis, tanto como la realidad virtual : “imagínate lo que pueden sentir al ver delante de sus ojos un banco de medusas o a un pulpo aproximándose hacia ellos”.
Según el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el 65,1% de las personas cuyas edades se encuentran entre los 65 y 74 años emplea a diario el ordenador. Con la introducción de realidad virtual en los centros de mayores, las residencias de mayores de emeis continúa con su política de acercamiento y aprovechamiento de la tecnología en la tercera edad. Redes sociales, internet e incluso banca digital son otras de las temáticas que se abordan en los centros y que permiten a los usuarios estar más conectados con el exterior, socializar más y mejor y sentirse independientes.